Ciudad de México.– En su libro “Tengo Que Morir Todas las Noches”, el periodista Guillermo Osorno describe como “el lado b de la historia oficial” al bar ochentero El Nueve, espacio habitado por gays, lesbianas, travestis, amantes de la vida nocturna y del rock.
Como me tocó vivir parte de esa época a finales de los 80, recurrí a mi memoria y a mis experiencias, mucho de lo que está en la serie tiene que ver con lo que yo tenía en la cabeza
Osorno afirmó que mientras en México se vivía una realidad, dentro del bar se gestaba otra, al ser un lugar de pluralidad y tolerancia, donde convergían el gozo y la libertad, visión con la que concuerda el director Ernesto Contreras, encargado de plasmarlo en la serie homónima del libro.
El cineasta veracruzano, detrás de películas como Párpados Azules y Las Oscuras Primaveras, recuerda que cuando llegó al entonces Distrito Federal para estudiar cine, conoció El Nueve y quedó encantado con el ambiente.
Las imágenes que alberga en su memoria lo ayudaron a crear los ocho capítulos del show, que estrena el viernes en Prime Video, el cual retoma los personajes descritos por Osorno y los hace converger en una ficción desarrollada dentro del emblemático lugar de la Zona Rosa.
“El Nueve fue un epicentro cultural de la época donde convivió mucho el mundo queer y la cultura underground con una apertura nunca antes vista en México por la juventud capitalina. La serie hace un homenaje a uno de los lugares más increíbles de la historia nocturna del Distrito Federal.
“También es un relato de un grupo de disidentes, personajes entrañables que se enfrentan a la represión, a la discriminación, a la aparición del SIDA. Son muchos factores los que tienen que ver con la historia, tanto en términos dramáticos como narrativos y visuales”, detalló Contreras en entrevista.
La serie sigue a Guillermo (quien representa a Osorno), joven deseoso de descubrirse, quien llega al DF para estudiar periodismo en los 80 y se encuentra con El Nueve, donde conoce a personas de la comunidad LGBTQ+, que se convierten en su familia elegida.
Para recrear el bar, Contreras trabajó con Bárbara Enríquez, nominada al Óscar por el Diseño de Producción de Roma.
El resultado fue tal que su set de filmación conquistó a Osorno y a Henri Donnadieu, uno de los fundadores del bar.
“La apuesta no fue la recreación histórica precisa, sino más bien jugar mucho con la magia, el recuerdo, la memoria es una cuestión de la evocación. Eso nos permitía construir todo este universo. El Nueve era un lugar muy particular, digamos lo más hot del momento, donde podías encontrar todo tipo de personajes”, resaltó Contreras.
El realizador ya ha incluido pinceladas de diversidad sexual en otros de sus proyectos, como las cintas Sueño en Otro Idioma y Cosas Imposibles, pero aquí además se apoyó de Alejandro Zuno en la dirección, así como en las plumas de Fanie Soto y Fernando León.
La diversidad también aparece en la elección del elenco, donde convergen José Antonio Toledano, David Montalvo, Silvia Navarro, Cristina Rodlo y Humberto Busto junto al español Brays Efe y La Bruja de Texcoco, entre otros.
Tengo Que Morir… producida por Mónica Lozano, fue premiada en el festival francés Series Mania, algo que ilusiona a Contreras sobre el alcance que puede tener la historia.
“Si bien evocará algo en el público que le tocó vivir tanto la época o haber ido al lugar, también lo hará en las nuevas generaciones. La apuesta era hacer una primera serie queer de Latinoamérica, donde hay todo tipo de personajes: gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, era importante dar esa visibilidad”.